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Atasco en la Carrera Diplomática

El Gobierno paraliza la salida de nuevos diplomáticos al extranjero

Los recién ingresados en el Cuerpo Diplomático deben pasar como máximo 4 años en España antes de ser destinados al exterior. La falta de plazas obligará a muchos a quedarse en el país.

Malos tiempos para la carrera diplomática. Los ajustes en la Administración Pública, que este año incluyen una reducción del 70% de las plazas para funcionarios, ensombrecen el futuro de los aspirantes a embajadores. Muchos de ellos podrían quedarse a la fuerza en España y no obtener un puesto más allá de sus fronteras.

La ley indica que los funcionarios que ingresen en el Cuerpo Diplomático deben trabajar en España durante un período superior a dos años e inferior a cuatro, antes de que la Administración los destine en el extranjero (lo que en el argot diplomático se conoce como el Bombo). Esta cláusula se ha cumplido con normalidad hasta ahora, especialmente en los últimos años de bonanza económica: desde 2006 se han creado trece embajadas en lugares tan exóticos como Afganistán, Níger, Nueva Zelanda, Sudán, Trinidad y Tobago, Yemen o Mali.

Pero el Estado se aprieta el cinturón por la coyuntura económica y no hay sitio para todos en las delegaciones repartidas por los cinco continentes. Si bien en 2011 todos los nuevos diplomáticos que ya cumplieron al menos los dos años preceptivos en España han conseguido un puesto en el extranjero, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraron a este diario que en 2012 no será posible colocar a muchos de los que ya han superado el límite de cuatro años. “Se ha creado un tapón que el año que viene será imposible eliminar”, afirman desde el departamento dirigido por Trinidad Jiménez.

La cifra exacta de cuántos correrán esa suerte es confusa. Si bien el diario digital El Confidencial recogía en una información reciente que podrían ser alrededor de 150, desde Exteriores afirman que hoy por hoy es imposible concretar la cuantía.

Con todo, las plazas diplomáticas creadas en el exterior sufrieron un espectacular bajón el año pasado: en 2007 y 2008 afloraron 47 puestos y 43 en 2009, pero en 2010 sólo 13 personas lograron hacerse un hueco. A la Administración le salen más caros los funcionarios asentados en el extranjero, en tanto que a su salario base se añaden gastos extra como ayudas a la vivienda y primas por peligrosidad o distancia.

Las representaciones exteriores que se verán más afectadas por este desajuste serán las conocidas como bipersonales, cuyo destino primordial son los países africanos y asiáticos menos desarrollados. En total, actualmente existen 996 diplomáticos trabajando dentro y fuera de España.

Sector exterior Esta limitación puede ser especialmente nociva desde el punto de vista económico, ya que una de las principales misiones de embajadas y consulados es apoyar a las empresas españolas afincadas en otros países y consolidar la imagen del país en el mercado exterior. Un sector que, por cierto, es de los pocos que presentan una cara amable en la economía española, gracias a la fortaleza de la exportación.

El Estado cuenta con 95 sedes de diplomacia comercial repartidas por todo el mundo, frente a las 115 de Italia, 167 de Reino Unido, 120 de Alemania o 153 de Francia (ver EXPANSIÓN del 7 de marzo). Aunque la presencia diplomática española es sólida en Europa, no goza de tanta visibilidad en los países emergentes. Según Exteriores, en Asia sólo está localizado un 13% del servicio exterior y en Oriente Próximo, un 8%.

Además, la ayuda a las compañías en el extranjero dependen de un intrincado laberinto administrativo en el que convergen casi 300 oficinas de las comunidades autónomas, las Cámaras de Comercio, el Icex y las patronales sectoriales, todo con un presupuesto global de unos 570 millones de euros.

DENTRO Y FUERA El Real Decreto 674/1993 indica que los funcionarios de la Carrera Diplomática “no podrán ser destinados de España al extranjero, excepción hecha de su primer destino, sin haber prestado servicios durante un mínimo de dos años consecutivos e inmediatamente anteriores en España”. Asimismo, “dichos funcionarios serán destinados al extranjero en el plazo máximo de cuatro años desde su ingreso, debiendo participar a tal efecto durante ese período en todas las convocatorias de provisión de puestos de trabajo en el extranjero”.

COYUNTURA ECONÓMICA Los ajustes públicos han afectado a la creación de plazas diplomáticas fuera de las fronteras. Según el ministerio de Asuntos Exteriores, el año que viene muchos funcionarios que ya han cumplido los cuatro años preceptivos en España no dispondrán de un lugar para trabajar en una embajada o consulado. Estas plazas ya se redujeron considerablemente en 2010, cuando sólo se convocaron 13 (en 2007 y 2008 se crearon 47, y en 2009 43).

DIPLOMACIA COMERCIAL Algunas de las ubicaciones más afectadas serán las embajadas bipersonales en África y Asia. La representación diplomática también ayuda a las empresas españolas en el exterior, y los mercados emergentes son un sector imparable. No obstante, España sólo dispone del 13% de su servicio exterior en ellos.

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