En las últimas semanas diversos pronunciamientos de algunos sindicatos han venido arremetiendo contra la Junta de la Carrera Diplomática con argumentos banales y sin fundamento que revelan una errónea comprensión de la naturaleza, composición y funciones de un órgano que viene regulado en el R.D. 674/1993, de 7 de mayo, sobre provisión de puestos en el extranjero y ascensos de los funcionarios de la Carrera Diplomática.
Con un lenguaje despectivo y demagógico, se ha descalificado a dicho órgano tildándolo de antidemocrático, oscurantista, franquista, arbitrario y propiciador del secretismo. Paralelamente, y como si en ello estuviera la solución a tales imaginados males, dichos sindicatos pretenden tener acceso a esa Junta, probablemente con el sano afán de “reformarla”, para intentar manipularla a su conveniencia y hacer de un órgano profesional, técnico y políticamente neutro, un posible campo de confrontación y activismo político.
Es preciso recordar que la Junta de la Carrera Diplomática es el órgano asesor de la Ministra o Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en materia de ascensos y provisión de puestos de trabajo en el extranjero. Está integrada, además de por diversos cargos del propio Ministerio con competencias en materia de personal -empezando por la persona titular de la Subsecretaría-, por representantes de todas las categorías de la Carrera Diplomática elegidos por votación democrática por períodos de dos años, tomando sus decisiones por mayoría simple, cuando no se consigue el consenso.
La Junta de la Carrera Diplomática supone, de hecho, una innovación en el conjunto de las Administraciones Públicas españolas, por cuanto que otorga al conjunto del funcionariado que a dicha carrera pertenece un órgano de representación libre, igualitario y democrático para hacer valer sus preferencias y prioridades en un aspecto tan importante en el desarrollo de su carrera profesional como son los destinos. Es un órgano que ha demostrado sobradamente su utilidad durante muchos años, al tiempo que es ampliamente valorado por el conjunto de los integrantes de la Carrera Diplomática, así como por las distintas direcciones del Ministerio bajo diferentes gobiernos.
Consecuentemente, la Asociación de Diplomáticos Españoles manifiesta:
Su rechazo a este tipo de afirmaciones despectivas respecto a dicha Junta que a menudo se extienden a la Carrera Diplomática, cuerpo integrado por funcionarios de la Administración General del Estado, caracterizados por su contrastada formación y alto espíritu de servicio público, que para nada deben soportar este tipo de descalificaciones prejuiciosas.
Su oposición a la presión y a todo intento de articular cualquier presencia sindical en la Junta de la Carrera Diplomática.
Su respaldo a la dirección del Ministerio frente a dichas presiones.
Su apoyo a que el Reglamento de la Carrera Diplomática, ahora en tramitación, mantenga la naturaleza, composición y funciones de dicho órgano, sin desvirtuar su esencia.
Madrid, a 22 de febrero de 2021
La Junta Directiva de la ADE
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